sábado, 1 de noviembre de 2014

Síndrome de Münchhausen y el abuso a menores.



Las mujeres somos cuidadosas con nuestros hijos, reconocidas por nuestra abnegación como madres... pero no infalibles, cuando una madre presenta rasgos distintos o excesivos pasa generalmente inadvertido por su cónyuge y por sus parientes.

El síndrome de Münchausen es un trastorno psicológico a través del cual se busca llamar la atención de la gente mediante enfermedades. Quienes sufren de Münchausen no fingen ni creen estar enfermos, sino que se provocan una serie de condiciones médicas de forma bastante hábil.






El síndrome de Münchausen, toma su nombre del Barón de Münchausen, un noble alemán que se hizo famoso por inventar una serie de aventuras asombrosas con el objeto de ganar la atención y admiración de sus cercanos. 

Una modalidad del trastorno es el llamado "por poder", en donde se enferma a otras personas.


El síndrome de Münchausen por poder, es quizá la peor forma en que se presenta este trastorno, ya que quienes lo padecen enferman a propósito a personas que están a su cargo, para luego mostrarse como un individuos bondadosos o preocupados ante el personal médico, familiares y amigos.

Las víctimas más comunes suelen ser los niños y se le considera una forma de maltrato infantil. Los adultos mayores, también son el objetivo de quienes sufren.

El Síndrome de Münchhausen, es un padecimiento mental pero también se ha convertido en una forma cruel y letal de abuso de menores, protagonizado por madres capaces de matar o enfermar a sus hijos y destruir familias. Se trata de un síndrome crónico cuyo inicio suele coincidir con una primera hospitalización por una enfermedad física real o un trastorno mental. En el historial de estos pacientes suelen aparecer hospitalizaciones traumáticas reiteradas durante la infancia, un vínculo importante con un médico o la presencia de un grave trastorno de la personalidad.



La educación y conocimiento alrededor de este tema es muy importante, hoy mismo tu esposa puede estar enferma de este síndrome y a su vez dañando a tus hijos.




El médico debe sospechar cuando, en un paciente con un historial de múltiples intervenciones terapéuticas, que además tiene un gran conocimiento de la terminología médica y de las rutinas hospitalarias (pero que, sin embargo, no cumple las normas), aparece un cuadro clínico dramático que no se corresponde con una  enfermedad física identificable.



Son pacientes muy difíciles, manipuladores, que incumplen los tratamientos hospitalarios, boicotean las pautas, no toman los remedios como corresponde, generando situaciones disruptivas con las enfermeras. Discuten todo y desautorizan al personal de Salud.


Es frecuente la presencia de peregrinaciones médicas y el deterioro en la relación médico-paciente. Las hospitalizaciones se transforman en un estilo de vida. El paciente no logra sostener un trabajo ni una relación estable de pareja. Por eso son enfermos/as que reciben pocas visitas cuando están internados. Cuando el control de enfermedades es sobre si mismos,si es sobre sus hijos se muestran en abnegación y victimización total.

Se trata de pacientes con problemas de identidad, control inadecuado de los impulsos, deficiente sentido de la realidad y episodios psicóticos breves. La necesidad de que se les preste atención es pareja a la incapacidad de confiar en figuras de autoridad, a las que manipulan. 
Por el bien de los niños y niñas, debemos informarnos para no dañarlos, padres y madres  seamos siempre responsables con nuestros hijos, docentes y médicos atentos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario